domingo, 27 de diciembre de 2009

Cuando haces "POP"...



Genio curioso y original… maniático desequilibrado…


Dotado de una excéntrica personalidad, fruto tal vez de las posibles secuelas de la escarlatina durante su precoz desarrollo o simplemente una casual e innata particularidad.

Con voluntario y constante afán polémico consiguió labrarse una extravagante y singular reputación, pues innumerables habladurías e infundados rumores pesan aún sobre su desgarbada y escuálida figura inútilmente encubierta tras un semblante de falsa frialdad y prepotencia…

Digno poseedor de una popular manera de reprender a la sociedad consumidora en masa fácilmente manipulable por el irreparable progreso de los medios de comunicación… Singularidad que cambiaría incluso la manera de interpretar una simple lata de sopa…

Esmerado y metódico tejedor de un grueso velo conseguiría ocultar la tradición artística y dejaría escapar entre sus minúsculas rendijas la fina y renovadora brisa de la contemporaneidad…


Nuestro querido Andrew nunca reparó en la necesidad de cambio de la sociedad, pero él, diligente y afanado, no desistió en su empresa porque:

Un artista es alguien que produce cosas que la gente no necesita tener pero que él, por alguna razón, piensa que sería buena idea darles”



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