martes, 25 de mayo de 2010

La elegancia del erizo.

Miro el reloj…las doce de la noche…y yo sigo sin poder dormir… Despojo con sumo cuidado uno de tus bombones de su rojiza envoltura y lo dirijo con repentina gula hacia mi boca…
Un agradable regusto a chocolate recorre mi paladar y me invita a escribir estas míseras líneas…

Cierro los ojos… Audrey me mira en el espejo y cómplice, me sonríe con la elegancia que le caracteriza… Todavía minúsculos recortes de periódico son testigos del privilegiado último pase para The Sunday...

Cierro los ojos…Otro leve parpadeo y… Chocolate… Risas… Saltamos hasta desfallecer… I want a child of you... A golpe de guitarra gritamos en honor de donde los cielos son azules… Inexperta tertulia sobre el hipotético sentido de la vida… el destino… la eternidad…

Ahora abro la puerta… Te tengo delante... Me siento estúpida… No sé qué decir. Mi mente se bloquea y no puedo reaccionar más que con una excesiva efusividad de la que en breve me arrepiento.
Silencio… No, por favor silencio no… ¿O tal vez sí?... Dudo. Sólo me atrevo a mirarte. Las palabras no consiguen escapar de mi empequeñecida boca. Con calma… me miras, me das la mano y me tranquilizas. Tú. Cuando debería ser yo, eres tú quien me tranquiliza a mí.
Vicky y Cristina no saben lo que le espera a Barcelona...


“Pensando en eso esa noche, con el corazón y el estómago hechos
papilla, me digo a fin de cuentas sea eso la vida. Mucha desesperación pero también algunos momentos de belleza donde el tiempo ya no es igual. Es como si las notas musicales hicieran una suerte de paréntesis en el tiempo, una suspensión, otro lugar aquí mismo,
un siempre en el jamás.

Sí, eso es, un siempre en el jamás.”


1 comentario:

  1. ¿Chocolate? Si no es en founde y acompañado de unas fresas, todavia no has tocado el paraiso...

    Y si, Audrey te sonrie, porque sabe que la envidias, todavia no has desayunado con diamantes...

    Nuestros queridos Sunday, nuestro particular Hugh Laurie, aquellos recitales de jazz y todos aquellos conciertos a los que tenemos que y debemos ir...

    Tranquilidad no es la palabra...
    Si hay algo que me ha enseñado la vida, y algo que me ha enseñado mi hermano, es que hay que ser fuerte, y hay que continuar, porque como ves nos quedan muchas cosas por hacer...

    Me pido ser Vicky en Barcelona... mi prima se llama Cristina, y no quiero confusiones con su futuro hijo...

    Un beso y un abrazo
    Nos vemos en la calle del Pecado

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