martes, 19 de enero de 2010

¿Qué hay de nuevo, Woody?

Experto clarinetista, reconocido director, afianzado guionista, e incluso embarcado más de una vez en el mundo de la interpretación, ha determinado en la industria cinematográfica su clara vocación.

Allan Stewart Konigsberg, siguiendo la renombrada tradición neoyorkina que fluía por sus venas, había nacido de alguna manera inconsciente y totalmente involuntaria destinado a llamar la atención. Pluriempleado y polifacético artista supo de buena gana compensar en esta faceta tal lo que no llegó a conseguir en su fase estudiantil… demasiado monótonos, demasiado predecibles, demasiado corrientes como para prestarle atención. Solitario e introvertido, superó su timidez y desconfianza propia para convertirse en lo que ha llegado a ser hoy en día.

Excéntrico, insólito, paradójico, satírico, imprevisible maniático, insolente, chocante, incomprensible, irreverente, desvergonzado… simplemente incomparable…diferente.




“Yo no quería ser Bogart, tampoco quería ser John Wayne. Yo sólo quería ser el capullo de la clase, quería ser ese chico con gafas que nunca consigue a la chica, pero que es divertido y cae bien a todo el mundo».

1 comentario:

  1. Creatividad ante todo en tu blog. Buena música en el ipod y buenas palabras enlazadas donde se descubre que con lo simple se consiguen grandes cosas.

    ;-D

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